Mi nueva mirada a la Vida

Sabes? Hace un tiempo nunca se me hubiera ocurrido exponerme, ni escribir esto que escribo, ni contar nada.
Hoy elijo trabajar mi energía, conocerme, descubrirme, sanarme, trabajar en mí para ser auténtica, conocer mis capacidades y limitaciones que me permitirá aceptarme y trabajar en mi todo lo que vaya descubriendo. Trabajar para fortalecer mis capacidades y para superar mis limitaciones. Quiero cuidarme. Quiero crecer interiormente. Quiero día a día recuperar y alimentar mi entusiasmo por la vida.

Me gustaría contagiarte este entusiasmo.

Trabajo con Conexión con el Alma para Abandonar mi Laberinto, con ayuda de mi Alma y mi Niño/Ego Interior.

Estos conocimientos llegaron a mí por Gracia Divina, en momentos muy puntuales de mi vida.

La punta del ovillo es comprender que estamos inmersos en un laberinto y que todo es un juego. Cuando nos damos cuenta, es lo que nos lleva a querer sanarnos.

Me replantee si quería seguir actuando y viviendo como lo habia hecho hasta ese momento, o por el contrario, si quería encontrar mi verdadero Ser. Trabajando en mí, entendí que es posible encontrarlo y mejorarme.

Transitando mi aprendizaje, con Conexión con el Alma incorporé un proceso que me permitió tomar consciencia de la multidimensionalidad y trabajarla en forma simultánea en todos los aspectos que comprende. Elevo mis frecuencias internas activando mi Cuerpo de Luz, contactándome con mi Alma y mi Niño, quienes me ayudan a encontrar el camino hacia el Padre en los aprendizajes que he traido a este plano a resolver.

El Padre tiene infinita Misericordia hacia nosotros. Él nos habla en todo momento, solo es necesario hacer silencio interno y escuchar. Siempre tiene su mano extendida hacia nosotros. Sólo es necesario sentirla y seguirla.

Esto lo comprendí con Abandona el Laberinto, un aprendizaje que me he hace ser consciente de la presencia de Dios en mi vida cotidiana, en todos los momentos, interpretando los mensajes que el Espíritu trae para mí.

Hoy amo esto de danzar la vida, la existencia!!!. Amo sentir y respirar la absoluta convicción de que somos el Todo, y que Todo nos abarca, nos mece y nos mima.

La Misericordia del Padre es inconmesurable.

He recuperado las ganas de vivir.

Aleyla