La Paz de Dios

domingo, 18 de mayo de 2008

El Festival de Wesak, Luna Llena de Tauro

Es el Festival del Buda, el In­termediario espiritual entre Shamballa, el centro espiri­tual más elevado, y la Jerarquía. El Buda es la expre­sión de la Sabiduría de Dios, la Personificación de la Luz y el Que señala el propósito divino. La fecha será fijada anualmente de acuerdo a la Luna llena de Tauro, así como sucede actualmente, siendo el gran Festival de Oriente.

Según la leyenda,

"Existe un valle situado a una altura bastante elevada al pie de los Himalayas Tibetanos. Este valle está rodeado por altas montañas a ambos lados con excepción del noreste, en donde hay una estrecha abertura. El valle tiene la forma de un ánfora enfocada hacia el noreste, abriéndose considerablemente hacia el Sur. Hacia el extremo Norte y cerca de la embocadura del ánfora se halla una gran roca plana. No hay árboles ni arbustos en el valle, el cuál está cubierto con una especie de pasto grueso, pero las laderas de las montañas están cubiertas de árboles.

En la fecha del Plenilunio de Mayo empiezan a afluir peregrinos de todos los distritos próximos; los santos hombres y mujeres, los lamas llegan al Valle y ocupan la parte sur y media dejando el extremo noreste relativamente libre. Allí (según la leyenda) se congrega un grupo de aquellos Grandes Seres que son los custodios sobre la Tierra del Plan de Dios para nuestro Planeta y para la Humanidad. El nombre que le damos a estos Seres no tiene gran importancia, el creyente cristiano preferirá hablar de Cristo y Su Iglesia, y Los considerará parte de esa Gran Nube de testigos que garantizan a la humanidad la salvación definitiva.

Los esotéricos del mundo pueden llamarlos, los Maestros de Sabiduría, la Jerarquía Planetaria, que en sus diversos grados están regidos y guiados por Cristo, el Maestro de Maestros, de Ángeles y de Seres Humanos por igual; o pueden también llamarlos los Rishis de las Escrituras Hindúes, o la Sociedad de Mentes Iluminadas, según la enseñanza tibetana. Ellos son los Grandes Intuitivos y los Grandes Compañeros según la presentación moderna y son el conjunto de la humanidad perfeccionada, que han seguido los pasos de Cristo y han penetrado, por nosotros, en los misterios, dándonos ejemplo para que hagamos lo que ellos han hecho. Con su Sabiduría, Amor y Conocimiento constituyen una muralla protectora para la humanidad y tratan de guiarnos paso a paso, (como ellos fueron guiados en su momento) de la oscuridad a la Luz, de lo irreal a lo Real, de la muerte a la Inmor­talidad. Este grupo de Conocedores son los principales participantes del Festival Wesak. Se sitúan en el confín noreste del Valle y en círculos concéntricos (de acuerdo al estado y grado de Su desarrollo iniciático), se preparan para un gran acto de servicio. Frente a la roca, mirando al noreste, están Aquellos Seres que son llamados por sus discípulos "Los Tres Grandes Señores" que son: el Cristo, que se sitúa en el centro; el Señor de las Formas Vivientes, el Manú, que se sitúa a Su Derecha; y el Señor de la Civilización, que se sitúa a Su izquierda. Los Tres se colocan frente a la roca, en la que descansa una gran copa de cristal llena de agua."

“Detrás del Grupo de Maestros, Adeptos, Iniciados y Colaboradores Mayores en el Plan de Dios, se encuentran los discípulos y aspirantes del mundo, en sus varios grados y grupos, “en el cuerpo o fuera de él” (citando a S. Pablo), quienes constituyen en esta época el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Los que estaban presentes físicamente, llegaron allí por medios comunes. Otros estaban presentes en sus cuerpos espirituales y otros en sueños. El "sueño" que ellos relatan, ¿no podría ser el reconocimiento físico y el recuerdo de un suceso espiritual interno?.

Al acercarse el momento de la Luna Llena, se produce una gran quietud en la muchedumbre, y todos miran al noreste. Entonces, tienen lugar ciertos movimientos rituales, en los que los Grupos de Maestros y Sus Discípulos de todos los grados, ocupan su lugar en posiciones simbólicas, como la estrella de cinco puntas, con Cristo en la cima; o un triángulo con Cristo en el vértice superior, o una cruz y otras formaciones conocidas, que tienen un profundo y potente significado. Todo esto se hace mientras se entonan ciertas palabras y frases esotéricas, llamadas mántrams".

Tres palabras: inspiración, ansia y expectativa, son las que mejor describen el ambiente que rodea a los que asisten a esta Ceremonia en el Valle Secreto.

“El cántico y el movimiento rítmico se intensifican cada vez más y todos los participantes y la multitud elevan sus ojos hacia el cielo, en dirección de la angostura del Valle.
Unos pocos minutos antes de la hora exacta de la Luna Llena puede verse, a lo lejos, un pequeño punto en el cielo, acercándose cada vez más y poco a poco su silueta se hace más nítida, se definen sus contornos hasta que la forma de BUDA se hace visible. Sentado en posición de loto, envuelto en su mantoazafrán, bañado en Luz y Color, y con una mano extendida bendiciendo.

Cuando Buda llega al punto exacto central sobre la gran roca, flotando sobre las cabezas de los Tres Grandes Señores, un gran mántram, que se pronuncia una vez al año en el Festival, es entonado por Cristo y todos los asistentes, que se encuentran en el Valle se postran. Esta Invocación produce una gran vibración o corriente de pensamiento, ¡de tal potencia!, que llega, desde el grupo de aspirantes, discípulos e iniciados hasta Dios mismo. Señala el momento supremo del intenso esfuerzo espiritual de todo el año y la vitalización espiritual de la humanidad y sus efectos espirituales duran a través de los meses subsiguientes.

El efecto de esta Gran Invocación es universal o cósmico, y sirve para unirnos con ese Centro Cósmico de Fuerza Espiritual, del cual han venido todos los seres de la Creación. Se imparte la Bendición y Cristo, como representante de la humanidad la recibe para distribuirla".

Así, según la leyenda, Buda vuelve una vez al año, para bendecir al mundo, trasmitiendo a través de Cristo, nueva vida espiritual.

"Luego... lentamente, Buda se aleja, hasta que nuevamente puede verse sólo un punto en el cielo que finalmente desaparece. Todo el ceremonial de la bendición, desde su primera aparición en la lejanía, hasta el momento en que Buda desaparece, tarda sólo ocho minutos. El sacrificio anual de Buda por la humanidad (pues viene a costa de un gran sacrificio) ha terminado y Él retorna nuevamente a ese Alto Lugar donde trabaja y espera. Año tras año vuelve para bendecir, año tras año la misma ceremonia se realiza, año tras año Buda y Su Gran Hermano, Cristo, trabajan en la más íntima cooperación para el beneficio espiritual de la humanidad.

En estos dos Grandes Hijos de Dios, se han concentrado dos aspectos de la Vida Divina. Ellos actúan juntos como custodios del más elevado tipo de fuerza espiritual, a la que la humanidad puede responder.

Mediante Buda fluye la Sabiduría de Dios; mediante Cristo el Amor de Dios se manifiesta a la humanidad; esta Sabiduría y este Amor se derraman sobre la humanidad cada Luna Llena de Mayo".

"Cuando Buda ha desaparecido, la multitud se pone de pie, el agua de la copa es distribuida en pequeñas porciones a los Maestros, Iniciados y discípulos, y luego ellos retornan al lugar del servicio.

La multitud bebe el agua, en copas o jarros que han traído y la comparten con los demás. En esta magnífica “Ceremonia del Agua” se nos presenta en forma simbólica la Nueva Era de Acuario, que está ya en el umbral. La era de “Acuario”: la del "Aguador", como dijo Cristo en ese episodio que precedió al servicio de comunión iniciado por Él.

Esta Ceremonia perpetúa para nosotros el hecho de la universalidad del Amor de Dios, la necesidad de nuestra purificación individual y la oportunidad de compartir con cada uno lo que pertenece a todos. El agua, magnetizada por la presencia de Buda y de Cristo, contiene ciertas propiedades y virtudes que ayudan y curan. Bendita así, la multitud se dispersa silenciosamente, los Maestros y discípulos regresan con renovada fuerza para cumplir otro año de servicio en el mundo".

El período del Festival Wesak se ha extendido últimamente a cinco días de trabajo y servicio; es decir, los dos días anteriores, el mismo día del Festival y los dos días siguientes. La hora exacta del Festival Wesak es en sí misma de gran importancia.

Los días de preparación se conocen bajo el nombre de "Días de Renunciación y Desapego". El día del Festival se llama "Día de Salvaguardia" y los dos días siguientes son los "Días de Distribución". Esto exige cinco días de intenso esfuerzo en el servicio que nos conduce a renunciar a todo lo que pudiera dificultar nuestra eficacia como servidores y canales para la Energía Espiritual; esto significa que, después de la debida preparación, dedicación, y esfuerzo ascendente, durante los dos primeros días, el día del Festival nos consideramos simplemente como recipientes para contener la máxima cantidad de energía espiritual que podamos aceptar.

Como canales, debemos estar preparados a olvidarnos de nosotros mismos en el servicio de alcanzar, absorver y conservar esta energía para toda la humanidad. Hemos de aprender a considerar el día del Festival como un día de silencio ‑silencio subjetivo y de paz interna‑ que se pueden mantener ininterrumpidos aunque al mismo tiempo sirvamos a los demás, en palabra y acción.



Fuente: Alice Bailey

Fotos del Valle de Wesak - Cliquea aquí: http://www.esotericpublishing.com/wesak/el_valle_de_wesak07.html


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